jueves, 18 de diciembre de 2008



La felicidad no es un destino

La felicidad es un viaje...

Primero que nada de verdad debo agradecer a Dios por todo lo que veo ahora que he elegido ser consciente, cosas que siempre he tenido, pero que no era capaz de ver, por mis propias limitaciones.Ahora puedo asegurar que la libertad es un sentimiento sin fronteras, un sentimiento que trasciende a lo humano, una verdad que ni siquiera se somete a discusión, es uno de los bienes más preciados de esta existencia, la libertad de ser, y es que nos atamos, nos amarramos, nos limitamos, y encima nos inventamos historias y luego decimos que la felicidad no llega porque el destino no quiere, o porque la bola de cristal así lo decide, o porque la vida es difícil, o, y ya este es el colmo de la desfachatez, porque Dios nos está poniendo a pruebas... vaya pedazo de mentira...

Primero que nada no podemos dejar de ser felices, o decir que no alcanzamos la felicidad, porque la felicidad ya está aquí, aunque no queramos verla, somos felices por naturaleza y porque otro estado no existe, no existe la tristeza, o el mal más que en nuestras mentes, todo es un montaje que nos hacemos para querer justificar nuestros temores, esto incluye a la carencia, que no es más que nuestra renuncia formal a la abundancia que el mismo Universo o que el mismo Dios nos ha dado a todos... porque es increíble que mientras más miserable se es, más carencia se atrae... recordemos que hay dos leyes del universo (entre muchas otras) que nos explican directamente nuestras vidas: La Ley de la Abundancia y la Ley de la Atracción.

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